Frank Mayer
Por Frank Mayer
- Revisado por Josep Arias

Anecdotario del tablero:
"Un campeón rencoroso"

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Esta vez hemos de tomar larga carrerilla para ilustrar el aspecto anecdótico de la partida que comentaremos.

Eugène Snosko BorowskiEl campeón ruso Eugène Snosko-Borowski (1884-1954) fue durante toda su vida un inmutable admirador de José Raúl Capablanca. Ya en 1911, cuando iniciaba su ascenso la estrella del cubano, aquél publicó un librito sobre él.

Cuando Capablanca visitó San Petersburgo en 1913 como “huésped invitado” para jugar algunas partidas (al precio de 150 rublos c/u), fue Snosko-Borowski el único que pudo mantener enhiesta la bandera del ajedrez ruso con un 1:1, mientras que Alekhine tuvo que firmar dos derrotas.

Doce años más tarde, Snosko-Borowski había emigrado a Francia donde se mantenía a duras penas de sus escasos ingresos como crítico de música y autor de libros de ajedrez.Fue entonces cuando dio un tremendo ‘faux-pas’, al menos a ojos de su ídolo.

A principios del año 1926 aparecieron en una revista francesa y en “Las últimas novedades de ajedrez de Kagan” sendas colaboraciones de Snosko-Borowski, dedicadas al decepcionante resultado de Capablanca durante el torneo de Moscú en el año anterior.

El título del artículo rezaba: “Los errores de Capablanca”; y se iniciaba con esta pregunta: “¿Será éste el principio del fin de tan notable maestro?”
(Comentario del glosador en español:¡Insolente pregunta!)

José Raul Capablanca 1938Ello no obstante, la respuesta era bastante lisonjera para el campeón del mundo. La tesis del autor era que la derrota de Moscú solo representaría para Capablanca un estímulo para jugar en el futuro con más precisión y mayor riqueza de ideas que hasta entonces. Snosko-Borowski terminaba con estas proféticas palabras ‘Capablanca todavía conseguirá muchos y muy brillantes éxitos en su carrera’.

Pese a todo, al maestro cubano le sentó mal el juicio del ruso.

Capablanca declaró, malhumorado, que proyectaba un libro titulado “Las buenas jugadas de Snosko-Borowski”.
Pero, no había podido pasar de la introducción, por falta de material
. (Comentario: ¡Co….s!- Los puntos suspensivos pueden llenarse en castellano, catalán, gallego, valenciano... a gusto del consumidor –)

Por lo visto, el cubano mantuvo su resentimiento. Doce años más tarde, tuvo ocasión de enfrentarse nuevamente con Snosko-Borowski durante un torneo a doble ronda celebrado en París.

Capablanca se sentó ante el tablero con la aviesa intención de ajustar la vieja cuenta.

Al salir de la apertura, se había alcanzado la siguiente posición:

Tablero
Capablanca vs Snosko Borowski, 1938

Ahora sigue una lección estratégica, en la que el cubano obtiene un rendimiento óptimo de su pareja de afiles:

1.  b4! – Ahora el espacio de la dama en a6 se estrechará. 1....b6, 2.e4 – dxe4, 3. Axe4 – Tae8; a 3....Tac8 seguiría 4. Cxe6 – fxe6, 5. Dd7, 4. Cxe6 – fxe6, 5. Ac6 – Af6, 6. b5! Rechaza la captura del peón después de 6. Axe8 – Axc3, 7. Axg6 – hxg6, 8. Db3 estrecha todavía más el cerco. 6....Dc8 – o bien Da5, 7. Td3 – Tc8, 8. Ad6 – Ae7, 9. Db3! 7. Tc2 – Te7, 8. Ad6 – Td8, 9. f4 – Rh8, 10. T1f2 – Tf7, 11. Tfd2! El plan de las blancas está a punto de culminar: su pareja de alfiles está dominando el tablero, y las piezas negras ya no disponen de casillas útiles. 11....Tg8 – 11. Ce7, 12. Ae4 – Dd7, 13. Ac7! 12. Dh5! – Está recogiendo su cosecha para rematar la faena! 12....Dd8, 13. Ae4 – Cf8, 14. Dxf7 y las negras se rindieron.

¿Se vieron finalmente satisfechas las ansias de venganza de Capablanca?

Es posible, porque en la vuelta siguiente se  produjo una especie de reconciliación:

El ex campeón del mundo se conformo con unas tablas después de tan sólo 14 jugadas (que le sirvieron, dicho sea de paso, para asegurarse la victoria en el torneo)!

Frank Mayer - Revisado por Josep Arias
Barcelona, en septiembre de 2006
Maquetación: Antón Busto

Fuente Literaria: Albin Poetzsch, Meissen

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