por Albin Pötzsch
El club de ajedrez de la ciudad costera de Estonia de Pärnu
celebró su 75 Aniversario en 1971 y organizó en esta ocasión un pequeño torneo dedicado a su jugador favorito su compatriota Mikhail Tal, pero la competencia con Paul Keres , David Bronstein y entonces en el cenit de su desarrollo ajedrecista Leonid Stein fue impresionante. De hecho, entonces Stein se llevó la victoria , seguido de cerca por Tal y Keres , que habían llegado en su encuentro a una reñida pelea con muchos puntos ocultos:
Keres - Tal, Pärnu 1971
Las negras mueven
Las blancas se han asegurado en última instancia con h3 - h2 a su rey respiradero y Tal respondió en el acto con 1 .... Cc4 . Una posición después de 1 ...... Dxa2 ? 2 Dc3 (amenazando tanto 3. e6 así como 3. b2- b4 ) 2 .... 3. De6 Dc7 Te8 4 Tc3 ! o 1 .... Dxe5 Td2 ! no sería a su gusto.
Así que la casilla d2 se cubrió con la jugada del caballo y se atacó al peón e5 una vez más.
2. De4 Pero ahora el hombre de Riga se puso en una profunda reflexión. 2 ... Cxe5 f4? Cg4! Le sería muy conveniente, pero por supuesto Keres no movería el peón f pero sí efectuaría 3. Td2! Tc8 4. Te2 , pero que tampoco prometería mucho para las negras.
¿Pero resultaría 2 .... Dxe5 3. Dxe5 Cxe5 4. Tc7 f6 5. Txe7 Td7 und juego equilibrado? ¿O tendría esta variante también un inconveniente? ¿Qué habría pensado su amigo Paul con “su regalo?
Tal fumaba un cigarrillo tras otro y los machacaba de nuevo en el cenicero. Después del cuarto o quinto cigarrillo la cajetilla estaba vacía, mirando a su alrededor impotente sin poder hacer nada,
Foto Rob Croes. Dutch National Archives
finalmente se encontró con la mirada de Keres . Y ambos se miraron sonrientes. Tal finalmente decide 2 ... b5! En el último momento había visto la trampa, que le había puesto su adversario y contestó con una sonrisa amistosa.
Foto Eric Koch. Dutch National Archives
A saber, si 2 ... Dxe5 ? entonces seguiría la respuesta diabólica 3. Td2!! Y debido a la amenaza de mate las negras pierden su caballo. ( 3 .... Tc8 4. Dxc4 ) . Pero a partir de aquel momento, la partida navegó después de 3.b3 Dxe5 4. Dxe5 5. Tc7 f6 6. Txe7 Td7 en unas aguas de tablas y finalmente y una vez más se lanzaron los dos miradas amistosas: ¡Con el apretón de manos que selló el reparto de los puntos!
Por Albin Pötzsch
Frank Mayer – revisado por Salvador Aldeguer
Retoques y maquetación: Antón Busto
Sitges (Barcelona), Enero de 2014