Frank Mayer
Frank Mayer - Revisado por Josep Arias Velasco

¿Quién era Philipp Stamma verdaderamente?

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Tschaturanga

Es cada vez más frecuente en los portales de ajedrez que aparezca el nombre de Stamma. Esto tiene su razón de ser en los ejemplos tácticos, creados por la sapiencia de Philipp Stamma.

Uno de sus mensajes principales es, seguramente, que el ajedrez es un juego complejo, que no se puede reducir a recetas o a soluciones simplistas.

En otras palabras, sus ejemplos suelen presentarse, desde un punto de vista estrictamente técnico, de manera clara y concisa, pero sus posibilidades de solución distan de ser obvias.

Por este motivo, sus vías de solución realmente fascinantes, parecen elevarse sobre los dogmas del ajedrez. Y en ello radica su valor.

Existen – más allá del esquema de las ideas ajedrecísticas tradicionales– posibilidades, que vale la pena indagar.

Una pequeña biografía:

Philipp Stamma (* 1715 † 1770) fue un maestro ajedrecista, nacido en Aleppo (Siria)

Dibujo de Aleppo
Dibujo de Aleppo (Siria)
© The Hebrew University of Jerusalem
& The Jewish National & University Library

Desde Siria se trasladó a Francia y en Paris encontró como protector y mecenas a Lord Harrington, quien ayudó a Stamma a editar uno de los más antiguos tratados de ajedrez, bajo el título “Essai sur le jeu des échecs”:

Este libro, editado en Paris en 1737. contiene 100 composiciones de partidas, partiendo de una determinada posición. Un ejemplo:

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"Essai sur le jeu des Echecs". Philipp Stamma. 1737
La primera página del libro y la correspondiente a la partida LXXXVI
Fotos: http://www.ursusbooks.com

En el año 1745 apareció una versión en lengua inglesa con el título: “The noble game of chess”, con la adición de 74 variantes de aperturas, como, por ejemplo:

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"The noble game of chess". Philipp Stamma. 1745
Foto: http://batgirl.atspace.com/

También colaboró en los libros:“Well in a short Time” (1745) y “Nouvelle Manière de Jouer aux Échecs” (1777).

Stamma fue el primer ajedrecista en el mundo, que aplicó la anotación de las jugadas con letras y cifras, habitual hasta hoy:

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"Essai sur le jeu des Echecs". Philipp Stamma. 1737
Foto: http://www.ursusbooks.com

Existen pruebas de que, entre 1739 y 1747 residía en Londres. Allí jugó al ajedrez en el famoso ‘Slaughter’s Coffee House’:

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© British Museum, London

fundado en 1692 por Lord Thomas Slaugther. Lamentablemente, este edificio ya no existe porque fue víctima de una reestructuración de las avenidas de aquella zona de Londres en los años 1843-44.

Además Stamma trabajó al servicio del Rey Jorge II como traductor de idiomas orientales. Philipp Stamma fue considerado como el mejor jugador del mundo en aquella época, hasta el momento en que aceptó el reto de André Danican Philidor para celebrar un campeonato oficioso en Londres en el año 1747 cuyo resultado a favor de Philidor fue el de: +8 –1 = 1. Por desgracia, las partidas no han llegado hasta nosotros. A partir de entonces, la estrella de Philidor brilló en el cielo ajedrecístico mundial.

Volvamos a su primer libro “Essai sur le jeu des échecs” de la edición de Estrasburgo 1764 (traducido al alemán antiguo) y citemos el prólogo, que todavía nos cautiva por la gracia y sencillez del estilo algo arcaico (ser un Cervantes o un Goethe no está al alcance de cualquiera):

“Aunque no se pueda demostrar con ninguna razón fiable, en que región del Oriente se inventó el juego del ajedrez; lo más probable es que fuese en la Arabia felicísima donde alcanzó su perfección.

Primero, porque la palabra ajedrez es una palabra árabe, como lo son los nombres de la mayoría de las piezas, con que se puede jugar.

Segundo, porque los habitantes de Siria lo han elegido como su juego favorito, especialmente en Aleppo, mi ciudad natal.

Y es allí, donde se encuentran tantos jugadores hábiles, pues creo, que en Europa habrá pocos que se puedan parangonar con los orientales. La causa es que, en nuestro país, los jugadores se dejan asesorar y cada cual designa su asistente; mientras que en Inglaterra, Italia, Francia y en otros países, según he comprobado, cada cual juega según su buen parecer y no quiere sufrir que nadie se inmiscuya en su juego. Me parece, que entre uno y otro hábito existe tanta diferencia, como entre dos viajeros, uno de los cuales se aviniese a ser acompañado y el otro no.

Por estas razones y gracias a los alientos de varios de mis amigos, que son igualmente buenos jugadores, saco a la luz estas cien partidas, que se pueden considerar como otros tantos secretos del arte del ajedrez".

La reproducción de libro alemán del año 1771:

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Foto Cortesía: Susana Poldauf, Berlín

y dos ejemplos:

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Anotación de las partidas 37 y 72
© Moisés Hirschel – Ed. Olms

Aparte de su novedad y belleza, el jugador poco experto aprenderá a calcular no solamente sus jugadas, (porque aquí es donde el mayor arte y dificultad se esconde), sino que podrá llegar a desenvolverse con éxito en las situaciones más difíciles.

Quiero decir, que después de unos cálculos correctos y atinados, podrá sacrificar varias piezas, incluso la dama, y ganar la partida que ya daba por perdida. De esta suerte, si llega a penetrar la belleza de estas jugadas misteriosas, podrá, merced al atrevimiento y habilidad conseguidos, rivalizar con los jugadores más fuertes.

No penséis, sin embargo, que estas cien partidas sólo se puedan utilizar en casos raros; no, porque incluso en las partidas más informales pueden darse posiciones y condiciones comparables.

Además, tan sólo son el fruto de aquellas partidas en las que puse más empeño. Incluso, hay algunas de entre ellas, que yo mismo había llegado a dar por perdidas, y que hube de plasmar sobre el papel para reflexionar durante un buen rato, tras el cual encontré el medio de ganarlas.

Comparando cada día estas partidas con posiciones similares, y siguiendo mis instrucciones, pueden alcanzarse fantásticos resultados.

Así pues, a través de la reflexión y los cálculos ulteriores, el jugador puede acrecentar su fuerza y valorar fácilmente los finales; de tal modo que, si dos jugadores de la misma habilidad se encuentran posiciones similares, fácilmente podrá vaticinarse el resultado.

Para ello bastará calcular si se puede coronar la partida con éxito o resolver que es imposible.

En el segundo caso vale más rendirse de inmediato; pero si fuera posible ganar, se hace preciso calcular la vía más corta, ya que, de otro modo, la partida se dilataría innecesariamente.

Finalmente presentamos un estudio de un problema de ajedrez por Philipp Stamma, catalogado en el periodo “hasta 1851”.

Stamma ya había alcanzado un estilo propio de problemas, basado en la construcción de amenazas de mate contra el rey blanco, que obligaban a realizar sacrificios para la defensa.

En la revista “Oriental Chess”, publicada por primera vez en 1817 se puede apreciar el ejemplo abajo indicado:

Philipp Stamma
Essai sur le jeu des échecs (1737)

Foto

Solución: 1.Tc4-h4! Dh3xh4 2.Db3-g8+!! Rh8xg8 3.Cc6-e7+ Rg8-h8 4.Ce5-f7+ Tf8xf7 5.Tc1-c8+ Tf7-f8 6.Tc8xf8 y mate.

La composición de Stamma no demuestra todavía una pureza objetiva y lógica, que existiría, si p.e. la torre Tc4 estuviera situada en „f4“ y por lo tanto 1. Tf4-h4!! sirviese solo para el objetivo de desviar la Dama de c8.

En la versión de Stamma, adicionalmente se abre la diagonal a2-g8.

 

Frank Mayer - Revisado Josep Arias Velasco
Barcelona, abril de 2007
Maquetación: Antón Busto

Fuentes: “Los secretos del ajedrez del árabe Philipp Stamma” editor Moisés Hirschel 1784, Breslau reedición Olms, Zurich por Victor Korchnoi, Christiaan M. Bijl y Klaus Lindöfer

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