Frank Mayer
Por Harry Schaack, redactor. Adaptado por Frank Mayer - revisado por Josep Arias

Un juego mágico – Mikhail Tal (y 2)

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2ª Parte

La autobiografía de Tal figura entre los mejores libros de ajedrez.

El mago de Riga contesta las preguntas de un periodista ficticio sobre los comienzos de su carrera hasta 1975.

El estilo humorístico, la auto-ironía, la modestia y las extraordinarias partidas convierten la lectura en un gran placer. Tal disfruta de la fama de ser el mayor táctico de la historia del ajedrez.

El cibernético Botvinnik creía haber descubierto el secreto de la inspiración y la capacidad de invención del genio de Riga, postulando de una forma algo despectiva, que Tal sería como “una máquina de procesamiento de datos, que disponía de un gran jugador lo que le permitía emitir los resultados con mayor rapidez que ningún otro Gran Maestro”.

Sin embargo, Kramnik le consideraba como un jugador posicional sumamente fuerte.

Durante el transcurso de su vida, Tal cambió su estilo de juego.

En los años 70 y 80 su juego era mucho más sólido, que en los años 50 y 60.

Pero es evidente, que solamente un jugador completo puede convertirse en Campeón del Mundo.

En una ocasión, consultado sobre su partida favorita, Tal designó la victoria contra Smyslow en un final tremendamente complicado:

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Mikhail Tal vs Smyslow. 1958 Foto: Chessville

Generalmente, suelen subestimarse sus cualidades en la última fase de la partida.

En el libro L&G escribe, que encuentra la mayor satisfacción en cambiar las damas muy pronto contra un Gran Maestro y ganarle en un final simple.

No obstante, también es admirado por su genial visión táctica, lo que le hacía desatender a veces aquellos buenos propósitos de simplicidad.

En su autobiografía dice: “...con frecuencia me encuentro una idea interesante, y esto es más fuerte que yo.” (L&G pág. 29)

El estilo de juego de Tal siempre se orientó hacia el éxito y se adaptó a las exigencias prácticas.

Una vez lo formuló así:

Tendrás que entrar con tu adversario en el interior de un bosque, donde 2+2 son 5, y el sendero, que te conduce a la salida, no es lo suficientemente amplio para dos.

¡Tal no quería descubrir la verdad del ajedrez, lo que quería era ganar!

Y el camino de la táctica le parecía el más adecuado.

Conscientemente, afrontaba los riesgos, en la auto-certeza de ser superior en el género de posiciones que él mismo había creado. De aquí nace la discusión, sobre si los sacrificios de Tal eran siempre justificados, desde el punto de vista de un concepto del ajedrez, que, más que el éxito deportivo, busca el esclarecimiento científico de la verdad.

Pero este último aspecto lo reservaba Tal para el análisis, no para la partida viva.

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Mikhail Tal

Muy pronto se le llamó “Lucky Tal” porque, al parecer, ganaba más puntos debido a su buena suerte de los que perdía por mala suerte. Él mismo opinaba al respecto: “Espero haber contribuido de alguna manera a la mala suerte de mis adversarios.” (L&G, pág. 38).

Bernt Larsen creía que la pasión por el juego arriesgado de Tal obedecía a su creencia de que no alcanzaría los 50 años.

Los problemas de salud acompañaron a Tal durante toda su vida. Más de una veintena de veces fue operado, su punto débil eran los riñones. Y el uso continuo de calmantes contra los dolores le causó temporalmente una dependencia de la morfina.

Según Peter Swidler, Tal es:

“.....el caso extraordinario de un hombre, que tras conseguirlo todo en el ajedrez, seguía siendo un ser humano de primera calidad.”

A pesar de sus sufrimientos, siempre fue un hombre de buen corazón y raras veces perdió su humor.

A finales de los años 50 ocurrió que dio a unos ‘cazadores’ de autógrafos dos firmas a la vez.

Por delante de su nombre puso el rasgo de pluma de Bobby Fischer que supo imitar de tal forma que parecía auténtico. En aquel momento, ya le había ganado por tres veces al pobre chico y, por este motivo, se sintió autorizado para firmar por él.

Tal no era sólo un jugador de ajedrez, sino un joven prodigio, de vasta cultura y altamente dotado.

Su afición era la música. Tschaikovski, Chopin y Rachmaninov fueron sus preferidos, y él mismo tocaba muy bien el piano.

Pero el escenario donde mejor se expresaba, era el tablero.

La siguiente partida de entrenamiento contra su entrenador Alexander Koblenz podría ocupar un lugar cimero, incluso dentro de la rica obra ajedrecística de Tal..

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Alexander Koblenz. Foto: ChessBase

El conjunto del tablero se convierte en escenario de su inspiración a través del desarrollo de una combinación aparentemente irracional.

Aunque la dama no puede intervenir en las acciones, está continuamente presente en el ataque.

¡Un castillo de fuegos artificiales!

Mikhail Tal - Alexander Koblenz
Entrenamiento, 04.11.1957

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1.e4 c5 2.Cf3 d6 3.d4 cxd4 4.Cxd4 Cf6 5.Cc3 Cc6 6.Ag5 e6 7.Dd2 Ae7 8.0–0–0 0–0 9.Cb3 Db6 10.f3 a6 11.g4 Td8 12.Ae3 Dc7 13.h4 b5 14.g5 Cd7 15.g6! hxg6 16.h5 gxh5 17.Txh5 Cf6 18.Th1 d5 19.e5 Cxe5 20.Af4 Ad6 21.Dh2 Rf8?? Después de 21....Cg6, las negras están mejor. 22.Dh8+ Cg8? Mejor 22....Re7 23.Th7 f5 24.Ah6 Td7 24....Cg6 25. Cd4 no está claro. 25.Axb5 Tf7 26.Tg1 Ta7 27.Cd4 Cg4 Una idea interesante de defensa. A 27....Db6, Tal indica 28. Ad7!! 28.fxg4 Ae5 Tal pensó, que después de 28....Af4+29. Axf4 Dxf4+ 30. Rb1 Dxd4 31. Tgh1 Tfb7 32. Ae8! se ganará, mientras tanto el ordenador encuentra todavía 32....Txb2 con tablas. 29.Cc6 Axc3

Tablero

30.Ae3 Una posición extraordinaria: todo está en el aire y no está claro, como podrán reforzar las blancas su ataque. 30...d4 31.Tgh1 Td7 32.Ag5 axb5 33.T1h6 d3 Solamente los programas de ordenador encuentran hoy una defensa oculta: 33....Axb2+ 34. Rxb2 (34. Rb1 d3 significa solamente un equilibrio.)34. ...Dxc6 35. Tf6+ gxf6 36. Ah6+ Tg7 37. Axg7+ Re7 38. Axf6+ Rd6 39. Txa7 Dc3+ con jaque perpetuo. 34.bxc3 d2+ 35.Rd1 Dxc6 36.Tf6+ Tf7 37.Dxg7+ 1–0 PGN

Un documento de la increíble fuerza de imaginación de Tal. Incluso hoy en día, los procesadores de alta técnica no pueden con la profundidad combinatoria de Tal.

Hubiera sido interesante comprobar, qué influencia hubieran tenido los ordenadores sobre el juego de Tal. Pero no llegó a alcanzar la revolución de silicio. Hace unos 15 años, el 28 de junio de 1992, pagó el definitivo tributo a su débil salud. Murió a los 55 años.

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Tumba de Mikhail Tal. Foto:TablaDeFlandes

 

P.D.
Finalmente me permito de transcribir una nota del dietario de Josep Arias del año 1992 como sigue:

“El domingo pasado murió, a los cincuenta y cinco años de edad, Mikhail Tal. Tal, letón, fugaz campeón del mundo de ajedrez entre 1960 y 1961, fue, para mi gusto personal, el mejor jugador de todos los tiempos. Pienso que no soy el único en esta opinión. No era un técnico, como la mayoría de ajedrecistas actuales, sino un artista, un gran artista, de una fantasía incomparable. Sus partidas son imaginativas, heterodoxas, deslumbrantes.

Generalmente, la muerte de una persona que ha sido la mejor del mundo en su actividad, ocupa un espacio en los diarios. El País del martes dedicaba a la muerte de Mikhail Tal, exactamente, cuatro líneas. En los diarios de Cataluña, nada, ni una palabra. En cambio, si un velocista norteamericano estornuda, es noticia por doquiera. Qué le vamos a hacer.

Sic transit gloria scachi.”

Y para los amigos catalanes os adjunto el enlace correspondiente que se publicó en su día:
www.geocities.com/ariasvelasco/tal.htm

 

Por Harry Schaack – adaptado por Frank Mayer - revisado por Josep Arias
Barcelona, julio de 2007
Retoques y Maquetación: Antón Busto

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