Frank Mayer
Por Frank Mayer – revisado por Sergio Díaz, Buenos Aires

Erich, titán del tablero

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GM Erich Eliskases (1913 – 1997)

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Erich Eliskases de origen austriaco.

La despedida

El último titán austriaco de las 64 casillas a nivel mundial - sin ninguna duda alguna - murió el 2 de febrero 1997 con la edad de casi 84 años en la ciudad de Córdoba (Argentina), a la que eligió como su ciudad adoptiva.

Su vida

Eliskases, quién fue sorprendido en el año 1939 durante la olimpiada de ajedrez en Buenos Aires, al igual que sus camaradas del tablero por el estallido de la II Guerra Mundial, se quedó desde entonces en América del Sur, donde montó una existencia segura después de las duras experiencias de la guerra y de la pos-guerra.

Muchos elogios y honores, como por ejemplo el título de Gran Maestro, algo tardío, le alcanzaron en 1952 como ciudadano de Argentina, para la cual jugó durante 4 olimpiadas en el primer tablero durante los años 1952 y 1964.

Abajo una foto de su participación olímpica en Dubrovnik del año 1950:

Foto
Felipe Pinzón contra Erich Eliskases. 1950 en Dubrovnik

Sus visitas a la vieja patria las hizo normalmente en combinación con su presentación como jugador en ultramar.

También una estancia con su familia (1976-1977) en su ciudad natal Innsbruck, durante la cual participó en unos pequeños torneos, se quedó sencillamente en un episodio; la esposa y su hijo se encontraron más en casa en la lejana ciudad de Córdoba, donde el papá había empezado antiguamente como profesor de ajedrez en la Universidad.

Sin embargo, los austriacos insisten con buena razón, que Eliskases es uno de los suyos.

Ya como ciudadano austríaco era un talento muy prometedor y en pocos años luchó hasta la cima en los torneos internacionales.

FotoIncluso con solo 16 años se le otorgó el título de Maestro Nacional a raíz de la victoria compartida con Esra Glass en el Campeonato Nacional de los aficionados en Innsbruck 1929.

Este hecho fue honrado con una nominación en el equipo olímpico para Hamburgo en 1930, donde sus resultados individuales (+8 –1 = 6) aportaron como méritos principales al 4º puesto del equipo austríaco.

La única derrota contra Salo Flohr, que en aquellos años empezó a jugar el ajedrecista de “elite” que fue, pudo compensar como una especie de venganza algunos años más tarde en 1936 mediante una brillante victoria contra el mismo, como ganador del torneo de Podebrad, quien a su vez distanció al Campeón del Mundo, Alexander Alekhine.

Eliskases consiguió entre 18 participantes el 6º puesto compartido.

Pronto debió considerársele como el jugador más fuerte de la armada ajedrecística de Austria.

Al principio, el tirolés estudió en Viena el comercio mundial y de repente se encontró frente a la pregunta de su vida, una vez que hubo ganado los tres encuentros contra Rudolf Spielmann (1931 y 1936 cada vez por un 5,5 : 4,5 y 1937 sin derrota por 6:4):

¿Terminar su carrera universitaria con la esperanza imprecisa por unos mejores tiempos de la economía o bien el ajedrez como profesión complementando su actividad con el periodismo y la enseñanza?

Los resultados de los torneos, que por su gran cantidad cansaría al lector, recomendaron inclinarse por el ajedrez.

Con 22 años sustituyó al Prof. A. Becker como redactor jefe del legendario periódico “Wiener Schachzeitung “.

“Un estilo claro, análisis profundos, interpretaciones objetivas de las posiciones son las bases del talento literario de nuestro maestro”, opinó posteriormente Hans Mueller, probablemente el escritor más productivo sobre el tema del ajedrez en Austria.

Casi seguro, que esta actividad influye sobre la concentración para los éxitos en los torneos; Moscú 1936 y Semmering-Baden 1937 parecen confirmar esta tesis.

A pesar de todo, justo lo último representa un ejemplo único en tranquilidad y constancia:

Una vez pasada la primera vuelta con un 1,5 de 7 puntos posibles y casi rendido sin esperanzas, recuperó la conexión en la segunda vuelta con victorias contra Keres, Capablanca y Ragosin y no quedó como último.

¿Cuántos Grandes no se decidieron a enfrentarse con los descalabros de forma inconsciente, como un fracasado total para renunciar a una valoración realista – y quizás desilusionada – de sus posibilidades?

Foto
Erich Eliskases en 1938

El éxito llegó con la fantástica victoria obtenida en Nordwijk (Holanda), vean la clasificación abajo:

Nordwijk 1938
Rg Participante
1
2
3
4
5
6
7
8
9
10
Ptos
1 Eliskases
½
½
1
½
1
1
1
1
1
2 Keres
½
½
1
½
1
½
1
1
½
3 Pirc
½
½
½
1
½
½
0
1
1
4 Euwe
0
½
½
½
½
1
½
1
1
5 Bogoljubow
½
½
0
½
½
½
½
½
1
6 Landau
0
0
½
½
½
½
1
1
½
7 Thomas
0
½
½
0
½
½
½
½
1
4
8 P. Schmidt
0
0
1
½
½
0
½
0
0
9 Spielmann
0
0
0
0
½
0
½
1
½
10 Tartakower
0
½
0
0
0
½
0
1
½

Una vez “anexado” el Estado austríaco a La Gran Alemania, Eliskases consiguió unas victorias superiores con ocasión de los Campeonatos alemanes de 1938 y 1939 y la “destrucción” de Bogoljubov, que se sintió ya antes como Campeón en el match de 1939 (11,5 : 8,5).

Sin embargo, ocurrió después el final amargo de un periodo prometedor.

Después de participar en 4 olimpiadas representando a Austria (Hamburgo 1930, Folkstone 1933, Varsovia 1935, Munich 1936) Eliskases concretó una quinta participación en una olimpiada, pero esta vez repesentando a la “Gran Alemania”, y junto con sus compañeros la llevaron a una sorprendente victoria durante el verano (europeo) tardío de 1939 en Buenos Aires (donde terminaba el invierno), pero que fue ensombrecida por el estadillo de la II Guerra Mundial.

Ningún integrante del equipo volvió a Europa y esto significó un desarraigo, temporalmente una internación, un nuevo comienzo partiendo de nada, esperando ocasiones de suerte...

En el año 1941 ya pudo jugar nuevamente un fuerte torneo en Mar del Plata y quedó como tercero detrás de Stahlberg y Najdorf, participando 18 jugadores.

A continuación se mudó a Brasil, donde quedó durante casi 10 años. En el año 1948 había conseguido un buen puesto en unos grandes almacenes de Porto Alegre.

Sin embargo, por la cuestión del ajedrez, “forzosamente” tuvo que volver a Argentina, una vez eliminadas las circunstancias adversas de la guerra, donde alcanzó sus mayores éxitos de la pos-guerra en los torneos de Mar del Plata 1947 y 1948.

Incluso se tuvo la confianza, de que podría volver a las cercanías de “los candidatos”.

Efectivamente, Eliskases, que se estableció en 1951 en Córdoba, alcanzó el torneo interzonal en el año 1952.

Sus resultados superiores a un 50 % no fueron un fracaso, pero si una pequeña decepción para aquellos, que no quisieron darse cuenta del destino y tiempo transcurrido.

Foto
Erich Eliskases en 1952

Él mismo no mostró ninguna amargura, si no tal vez un poco de melancolía.

Mientras tanto, su vida burguesa, rodeado de su nueva familia, le había dado una gran satisfacción.

A continuación reproducimos una partida, comentado por el mismo Eliskases contra Bogoljubov en 1939, con la idea de demostrar el estilo brillante del difunto Gran Maestro.

Eliskases, Erich Gottlieb - Bogoljubow, Efim [D95]
Gambito de dama.
Match 1939, partida 15

1.d4 Cf6 2.c4 c6 3.Cf3 d5 4.e3 g6 5.Cc3 Ag7 6.Db3 0–0 7.Ad2 e6 8.Ad3 Cbd7 9.0–0 Cb6 (este plan comenzado cuesta mucho tiempo y promete poco. Mejor es 9....b6 o Te8.) 10.Tad1 dxc4 11.Axc4 Cxc4 12.Dxc4 Cd7 13.e4 e5 14.Ag5 De8 (La intercalación del alfil no sería buena por Ah6.) 15.Ah4 exd4 (las negras podrían haber conseguido una posición más aprovechable mediante 15.....Cb6, 16. Dd3 – Ag4) 16.Cxd4 Ce5 17.Db3 b6 18.f4 Cg4 19.Tfe1 Cb7 20.h3 Cf6 21.e5 Cd5 (Una concesión enorme. Pero 21.... Ch5 22. Cde2 Ah6 23. Ce4 o incluso 22. Cxe4 Cxf4 23. Cf6+ Axf6 24. exf6 no son más agradables). 22.Cxd5 cxd5 23.Af6 Tc8?

Tablero

24.Cf5! Las negras se rinden: 1–0 (si juega 24.....gxf5, entonces decide 25. Dg3. Por esto, la jugada 24.....Axf6 es necesaria y después las blancas continuarán con 25. exf6 Dd7 26. Ce7+, ganando la calidad, pero podrán seguir muy fuerte también con 26. Ch6+: p.e. 26. ....Rh8 27. Te8 Dd6 28. Cxf7+ Rg8 29. Ce5 Dc5+ 30. Rh1 Tc7 31. Cd7 y ganarán o 25…..Dd8 26. Te7 Tc7 27. Ch6+ Rh8 28. Da3! Y ganarán).

A continuación, les presentamos todavía un final “inolvidable” entre Keres y Eliskases en Nordwijk (Holanda) 1938

Tablero

47....d3! (Una fineza táctica. La torre negra debe poder retener el peón “a” desde la 2ª fila). 48. cxd3+ Re3! 49. b4 Ta2 50. b5 f2 51. d4. (La oportunidad de ganar la partida consiste para las blancas en un sacrificio de la torre en f2, para lo cual se ha de desviar el Rey enemigo). 51. ...Rxd4 52. Txf2 Txf2 53. a7. (Después de 53. b6 Rc3 54. Rd1 Rd3 55. Re1 Re3 56. b7 Th2 57. Rf1 Rf3 58. Rg1 Th8 59. a7 Tg8+ “el columpio” de la oposición podrá hacer girar hacia atrás hasta a5 (Rey blanco) y c5 (Rey negro): siempre se quedarían en tablas. 53....Ta2 54. b6 Rc3 55. Rb1 Ta6 56. b7 Tb6+ 57. Rc1 Th6 y tablas. (El Rey blanco podría, perseguido por su adversario enfrente, marchar hasta g1 para ser recibido finalmente por la torre con “jaque”.

Después de esta partida, ya no podía existir ninguna duda acerca de la genialidad de Eliskases.

Finalmente, deseamos hacerles llegar una reflexión del gran Erich, ante una pregunta periodística: ¿Qué es el ajedrez?

"Si lo juega Alekhine, es arte;
si lo juega Capablanca, es ciencia;
si lo juega Lasker, es filosofía
y si lo juega un chambón, es un juego".

 

Fuente literaria: Wiener Zeitung

Por Frank Mayer – revisado por Sergio Díaz, Buenos Aires
Barcelona, septiembre de 2007
Retoques y Maquetación: Antón Busto

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