Frank Mayer
Traducido y adaptado por Frank Mayer - Revisado por Salvador Aldeguer

¡No cantar durante el ajedrez!
Ajedrez de los médicos

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Por Dr. Helmut Pfleger – Gran Maestro

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Foto: Dagobert Kohlmeyer

No queda otro remedio: se debe pagar la deuda trabajando los días conmemorativos.

Últimamente fueron el premio Nobel del neurólogo español Ramón y Cajal hace 100 años y el 150 aniversario de Sigmund Freud (esto no significa una señal de alarma – conociéndome volveré a referirme nuevamente a este caballero por ofrecérseme demasiado fácil su patología de la vida diaria ‘ajedrecista’).

No, esta vez se trata del importante estadista americano, firmante de la Declaración americana de la Independencia y genial inventor Benjamín Franklin (1706-1790), a su vez inventor del pararrayos, nacido hace 300 años.

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Lienzo Benjamín Franklin. Cortesía Arqto. Roberto Pagura, Buenos Aires

Siempre tuvo un gran interés por la medicina e inventó entre otras las gafas bifocales y un catéter urinífero, que seguramente le fue bien a él por padecer múltiples cálculos renales.

Benjamín Franklin fue un entusiasmado jugador de ajedrez, sobre el cual escribió un libro con el título

“The Morals of Chess”:

“Durante una partida de ajedrez no se debería ni cantar ni silbar, tampoco mirar hacia el reloj o tomar un libro en las manos, ni repicar con los pies en el suelo o tamborilear con los dedos en la mesa….”

Seguramente se animó a tener estas reflexiones cuando desempeñó el cargo de embajador de los Estados Unidos en Paris entre los años 1776-85 a raíz de los modales en el “Café de la Régence”, donde prefirió seguir y mirar las partidas de Philidor, en aquellos tiempos el jugador más fuerte del mundo, en vez de escuchar sus óperas preferidas:

“¡Lo llamo mi ópera!”

Con buenos y malos acontecimientos.

Benjamín Franklin vio en el ajedrez una fuente de educación moral:

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Benjamín Franklin

“El ajedrez no es solamente un pasatiempo vanidoso. La vida es una especie de ajedrez, con su lucha, su competición, sus buenos y malos sucesos.”

Por otra parte supo compaginar esta pasión y la gota (de la cual sufrió más tarde), durante un diálogo ficticio de forma irónica:

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Ilustración de James Gillray 1799

Franklin: “¡Ay, Díos mío! ¿Qué he hecho para tener que soportar tan crueles dolores?”

La gota: “Diversas cosas. Has comido y bebido demasiado. Además has dado demasiado reposo a tus piernas…la gente comprensible van de paseo; mientras tu prefieres sentarte ante el tablero de ajedrez….profundizando en las especulaciones de este jugo inútil, te fastidias tu constitución…. paseos amenos, aire limpio, mujeres hermosas y conversaciones agradables e instructivas han sido rechazados por ti a favor de este asqueroso juego de ajedrez. ¡Qué asco! ¿No te da vergüenza, Franklin?....”

Franklin: “¡Oh! ¡Ay! Sí, prometo no jugar nunca más al ajedrez, practicar cada día ejercicios físicos y comportarme siempre de forma moderada.”

La gota: “¡Sí, te conozco! Podrás prometer; pero apenas transcurran unos meses y te encuentras bien, volverás a las viejas costumbres.”

¡El eterno segundón!

En este momento no dispongo de ninguna partida de Franklin, pero en vez de esta he anotado una combinación de Paul Keres,

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Paul Keres. Foto: chessbase.com

quién también sufrió la gota (al cual le traté como médico con los medicamentos correspondientes en algunas ocasiones), durante decenas de años uno de los mejores jugadores del mundo (“El eterno segundo”), que ganó en el año 1968 a un tal Dr. Helmut Pfleger durante el torneo con ocasión del 100 aniversario del Club de Ajedrez de Bamberg (Alemania).

¿Con qué golpe, Keres con negras consiguió una ventaja decisiva?

Tablero

Solución:

Después del sacrificio de calidad 2.…..Txc5! me encontré perdido en todos los casos. 2. Dxf7+ Rh6 3. Dh7+ Rg5 es inútil, 2. Txf7+ Rh6 3. Dx5 incluso conduce a mate mediante 3. ….Dd1.

Por este motivo, me tragué con 2. Dxc5 todavía la última comida del condenado a muerte, pero tuve que rendirme después de 2…..Dd1+ 3. Te1 Dd3+ 4. Te2 (4. Rg1 Cf3+) Dh3+! 5. Re1 Cf3+, porque 6. Rd1 Df1+ pierde la torre.

 

Fuente literaria: Revista alemana de los médicos

Barcelona, en febrero 2008

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