Pedro Cañizares Cuadra
Ciudad Real. Castilla La Mancha. España
Pedro Cañizares – Presidente de la SEPA
Al iniciarse esta nueva etapa en el devenir de la SEPA, es preciso que rindamos un homenaje a la memoria de los compositores españoles que nos precedieron, y que con su tesón y entusiasmo fundaron en 1935 esta sociedad y le dieron los primeros impulsos. En estos 77 años de historia han sido muchas las dificultades a salvar y muchas las satisfacciones que la publicación de nuestro boletín ha proporcionado a nuestros problemistas, y grande el reconocimiento internacional que ha sabido forjarse.
Atrás quedaron los tiempos de los insignes problemistas Estanislao Puig y Puig, primer presidente de nuestra sociedad, el tratadista Dr. José Tolosa y Carreras, el incomparable Valentín Marín y Llovet y el erudito y gran divulgador José Paluzíe y Lucena, que, con algún otro nombre que la memoria me niega, emprendieron la difícil tarea de fundar nuestra sociedad e iniciar la publicación de Problemas, órgano de expresión de la labor de nuestros problemistas, que contó con la colaboración de prestigiosas firmas de nivel internacional. Aquellos primeros y vacilantes pasos en medio de turbulentos tiempos culminaron con la consolidación de la SEPA, que aglutinó en sus filas lo mejor de la élite de la problemística española.
A esos pioneros emprendedores sucedió una pléyade de grandes maestros de la composición, que constituyó lo que podríamos considerar como el Siglo de Oro del Problema en España. Nombres como Peris, Puig Ambrós, Armengol, Zaldo, García Llamas, Candela Sanz, Novejarque, Salazar y por supuesto, el inolvidable Argüelles, gran impulsor del boletín, quien dirigió durante muchos años los destinos de nuestra sociedad, y creador de un tema que inmortalizará su nombre. No podemos descolgar de esta lista nombres como los de Daniel de Irezábal, Manuel Muñoz, Jordi Breu i Noguera y, por supuesto, el más fecundo autor español de todos los tiempos, aún en activo con sus 86 años, Efrén Petite, que ha tocado todas las modalidades de problemas y ha cosechado en su dilatada vida más de 400 distinciones. Estoy seguro de que en esta lista faltan muchos nombres que trabajaron en su medida para engrandecer el prestigio español en el mundo del Problema, que nos legaron su obra y que trataremos, en la medida en que sea posible, de recordar en estas páginas en posteriores entregas.
Dificultades de toda índole, unidas a una sensible pérdida de afición a esta rama del ajedrez y la consiguiente merma de socios, hizo que nuestra sociedad quedase en situación de letargo, y la edición de nuestro boletín, que con tanta dedicación y esfuerzo realizó el infatigable Jordi Breu, se viese interrumpida en el año 2003. Pero en estos 10 años la llama no se apagó, e impulsada por el joven compositor catalán Joaquim Crusats, ha vuelto, como el Ave Fénix, a renacer de sus cenizas. Contactó con savia nueva como Luis Miguel González, Luis Miguel Martín, José Miguel Plantón e Imanol Zurutuza, y con miembros de la vieja guardia como el citado Jordi Breu, Joaquín Pérez de Arriaga, Javier Rodríguez Ibrán y José Antonio Coello, y entre todos decidieron refundar la sociedad y editar el boletín en formato digital, que hoy presentamos, y al que deseamos una buena acogida entre nuestros lectores. Tendrá secciones fijas, información general de actualidad, recogerá la producción propia de nuestros compositores actuales y pasados, y estará abierta a cuantos deseen colaborar con las aportaciones que consideren de interés.
Con la intención de llegar a todos los ámbitos internacionales, no descartamos colaboraciones de amigos de otros países que estén interesados en publicar en estas páginas sus trabajos, aunque estén redactados en otros idiomas. Serán todas bienvenidas y tendrán buena acogida entre nuestros lectores.
Animamos a todos los aficionados al Problema de Ajedrez, independientemente de su categoría, edad o país, a que sigan con interés la información que desde este boletín iremos trasmitiendo, en la confianza de que su contenido será de su agrado.
Cierro esta presentación con mi agradecimiento a nuestros colaboradores, y trasmitiéndoles todo mi ánimo para, entre todos, conseguir llevar a nuestra sociedad al prestigio y reconocimiento que en su día tuvo, y seamos dignos herederos de nuestros insignes antecesores, que tan alto nos dejaron el listón.
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