Petronio Pérez Pulido
Petronio Pérez Pulido
La Palma. Tenerife. Islas Canarias. España

"ME LLAMAN TAHL, AUNQUE MIHAIL ME LLAMO"
Todorcevic, Miodrag (2535) - Tahl, Mihail (2610) [C44]

Marseille, 1989

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Mijail Tahl, el genio de Riga como mundialmente se le conoció, entre otras muchas cosas, se caracterizó por sus espectaculares sacrificios que "in situ" dejaban perplejos a sus adversarios. Muchos de ellos, con posterioridad fueron refutados tras horas y horas de análisis. Pero cuando el reloj te presiona y el tiempo corre en tu contra, no es fácil encontrar la mejor solución. ¿Veía más lejos que los demás en sus cálculos? ¿Hasta qué punto empleó los golpes psicológicos?

Si tuviésemos que contar anécdotas del mismo, dos daría para escribir un libro. Todos sabemos que tenía un humor envidiable, que sus problemas de salud, renales especialmente, lo acompañaron toda su vida, que fue un fumador empedernido y un amante de Baco en el mejor sentido de la palabra y que gracias a éste se perdió las cuatro primeras rondas de la Olimpiada de la Habana de 1966 por culpa de un terrible "golpe táctico": un botellazo en la cabeza que le dieron en un night club, al que Korchnoi y él (¡para desgracia de ambos!), habían acudido, vulnerando el régimen competitivo, en una furtiva escapada de la concentración del equipo soviético. Posteriormente, jugó con la cabeza vendada, pero la cicatriz en su frente permaneció con él el resto de su vida. "Sólo con la constitución férrea de Tahl fue posible soportar un golpe así", bromeaba Petrosian. (G. Kasparov "MGP. V2").

En 1969, tras un empeoramiento de su dolencia renal, Tahl sufrió cólicos durante muchos meses, y los médicos tuvieron que inyectarle morfina. Pero pese a todas las penas de su vida, nunca perdió el sentido del humor. Cuando un amigo le preguntó: "¿Es cierto que te has convertido en morfinómano?", al instante le replicó: "¡En absoluto! ¡Soy un chingorinómano!". Sentía una gran admiración por Chigorin.

Pero quizás una de sus anécdotas más famosas sea la del hipopótamo. Durante una partida estuvo pensando más de una hora de cómo sacar al animal de un pantano. Estracto de la entrevista.

Damski: Durante una partida, ¿te vienen a la mente ideas que no tengan nada que ver con el ajedrez?

Tahl: ¡Continuamente! Nunca olvidaré, por citar un ejemplo, mi encuentro con el maestro Eugenio Vasiukov (Kiev, 1964), durante uno de los campeonatos de la URSS. La posición en el tablero era muy compleja, y yo pensaba sacrificar un caballo. No era una variante muy clara, puesto que existían muchas posibilidades. Comencé a calcular y me horrorizó la idea de que el sacrificio fuera falso. Las ideas se me amontonaban en la cabeza: una respuesta del enemigo correcta en determinada situación la traspasaba a otra variante y allí, naturalmente, ese movimiento era inoportuno por completo. Lo concreto es que en mi cabeza se formó un montón caótico de movimientos, a veces incluso sin ninguna relación entre sí, y el "árbol de análisis", tan recomendado por los entrenadores, comenzó a crecer de manera monstruosa. No sé por qué, pero en ese momento recordé la célebre poesía infantil de Chukovski: ¡Oh, qué difícil es el trabajo de sacar a un hipopótamo del pantano! No podría explicar en base a qué asociación este hipopótamo se metió en el tablero, pero la verdad es que, mientras los espectadores creían que estaba analizando la posición, yo pensaba en cómo demonios podría sacarse a un hipopótamo de un pantano. Recuerdo que en mi cabeza se amontonaban cabrestantes, palancas, helicópteros e incluso, una escalera de cuerda. Después de numerosos intentos no encontré ningún método aceptable de sacarle del pantano, y pensé con amargura: "¡Pues que se ahogue!". Recuerdo el relato de un cuento ruso en que dos ajedrecistas jugaban una partida por correspondencia. Uno de ellos estaba perdido y no enontraba la mejor defensa. Como no daba el brazo a torcer le escribió al adversario su jugada Ah9. Cuando éste la recibió le contestó de inmediato: "Camarada, mucho me temo pero su jugada se va más allá de los límites del tablero". Según consta en los anales literarios, el cuento más breve del mundo es el que escribió Augusto Monterroso y que reza asÍ:"...y cuando despertó, el dinosaurio seguía allí". Ese es todo el cuento. Pues algo así a la partida de ajedrez con la jugada Ah9 le ocurrió a un periodista en un homenaje que se le hizo al escritor en México. Viendo que en el mismo habían muchas señoras de alta alcurnia y que hablaban de literatura por los codos sin saber ni papa, le preguntó a una de ellas:¿Conoce usted el cuento del dinosaurio?. La ilustre dama contestó de inmediato: ¡Por supuesto! El periodista que no tenía un pelo de tonto desenvainó: ¿Y qué le parece?. La cultísima dama contestó: "Hasta el momento, maravilloso. En cuanto lo termine le daré una opinión más generalizada, pues aún voy por la mitad". Ver, oir y callar...

La anécdota de la siguiente partida me la contó Todorcevic. Su sueño de toda la vida era enfrentarse a Tahl. Y ese día llegó en Marsella. Antes de dirigirse al salón del encuentro, el maestro yugoslavo se tropezó con el genio de Riga en uno de los pasillos del hotel. El ruso venía de amanecida y con una de sus habituales "tajadas". Tan mal se encontraba que le dijo a Todorcevic: "¿Qué te parece si hacemos catorce o quince jugadas y acordamos tablas?". El yugoslavo no daba crédito a sus palabras y mucho menos que su sueño, lo que tanto había anhelado, se viese hecho añicos en breves minutos. Amablemente, le contestó que no y le expuso sus motivos. Tahl, sin perder la compostura, añadió:"Muy bien. Jugaremos". Se dirigió al bar del hotel, se tomó otra copa y se fue al salón a jugar. Y esto fue lo que ocurrió...

Todorcevic, Miodrag (2535) - Tahl, Mihail (2610) [C44]
C44: Gambito escocés y Apertura Ponziani

1.e4 Cf6 2.d3 e5 3.Cf3 Cc6 4.Ae2 d5 5.Cbd2 g6 6.0-0 Ag7 7.c3 a5 8.a4 0-0 9.Te1

Tablero

Las blancas tienen una posición restringida y el alfil de c1 no se puede mover. [9.Dc2 b6 10.b4 axb4 11.cxb4 Cxb4 12.Dc3 c5 13.Cxe5 Aa6 14.Ab2 dxe4 15.Cg4 Cbd5 16.Db3 Cxg4 17.Axg7 Rxg7 18.Axg4 Axd3 19.Tfd1 f5 20.Af3 Cb4 21.Cxe4 fxe4 22.Axe4 Axe4 23.Txd8 Taxd8 Dierich-Chiaudano,A/Bratto 1984/Inforchess Yearbook 2006/1-0 (43)] 9...Te8 10.Af1 [10.Db3 b6=] 10...b6 11.exd5 Cxd5 12.Db3 Cf4 13.Ce4 Ae6 [13...Cxd3? no funciona porque 14.Td1 Aa6 15.Ae3+-] 14.Dc2 Cd5 15.g3 Consolida f4 [15.Ceg5!?=] 15...h6=/+ Controla g5 16.Ag2 Dd7 17.Ced2 Tad8 18.Cc4 Aumenta la presión sobre e5 18...Cdb4 [18...f6 19.Ca3=/+; 18...Ah3!?=/+ pudiera ser una alternativa viable] 19.cxb4= Cxb4 Una casilla ideal para el caballo negro 20.Dc3 Todorcevic continua su ataque sobre e5 [>= 20.De2 mantendría vivo al Blanco 20...Dxd3 21.Ce3= (21.Ccxe5? no merece la pena porque 21...Dxe2 22.Txe2 Td1+ 23.Af1 Ah3-+) ] 20...Dxd3-/+ 21.Ca3

Tablero

El GM yugoslavo le quita presión al ataque sobre e5 y será Tahl el que adquiera una clara y duradera iniciativa. [21.Ccxe5!? probablemente Todorcevic tuvo en cuenta esta variante. 21...Dxc3 22.bxc3 Cc2 23.Ab2 Ab3 24.Tac1 Cxe1 25.Txe1 Axa4-+; Pero ¿por qué no? 21.Af1 Dxc3 22.bxc3 Cc2 23.Ab2 Cxa1 24.Txa1 Ad5 25.Ae2 h5 26.h3 Af6=/+ con mucha lucha por delante.; 21.Ce3!? Pérez 21...e4 22.Dxc7 exf3 23.Axf3-+] 21...e4-+ 22.Dxd3 Cxd3 [22...Txd3?! el mago de Riga vio más lejos 23.Txe4 Td1+ 24.Te1 Txe1+ 25.Cxe1=] 23.Txe4 Cxc1 24.Txc1 Axb2 25.Txc7 Td1+ 26.Te1 Txe1+ 27.Cxe1 Axa3 28.Cd3 [28.Cc2 Ac5 29.Ac6 Td8-+; 28.Ac6 Td8 29.Rf1 Td2-+] 28...Td8 29.Af1 Af5 30.Tc3 Ab4 31.Tb3 Td4 32.f3 [32.Ae2 Af8-+ (32...Ae6 33.Tb1 Ad7-+) ] 32...Ad7 33.Rf2 [33.Tb2 Axa4 34.Cxb4 Txb4 (‹34...axb4 35.Rf2-+) 35.Txb4 axb4-+; 33.Cxb4 no es la salvación 33...Txb4 34.Txb4 axb4-+] 33...Axa4 34.Tb2 Ae7 35.Re3 Td6 36.Ce5 Td1 37.Ac4 Te1+ 38.Te2 Ac5+ 39.Rd3 Txe2 40.Rxe2 Rg7 [40...Ae8!? parece mejor 41.Cxg6 b5 42.Ad5-+] 41.Cxf7 Ae8 42.Ce5 Ad6 Con buen criterio de la posición, Todorcevic abandonó. Su sueño se hizo realidad pero no tuvo un final feliz. Y Tahl, antes de irse a descansar, decidió primero despedirse de Baco. [42...Ad6 43.f4 b5-+ (43...g5-+) ] 0-1

Petronio Pérez
Septiembre de 2006

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