GM Zenón Franco Ocampos
Paraguay
La nota original fue publicada el día 24 de julio de 2006 en el diario ABC Color .Asunción. Paraguay

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Charles Swift. Foto © AP Associated Press

Hay un proverbio ruso que dice “Tienes la altura de tus enemigos” y leyendo los diarios desde el fatídico 11 de septiembre de 2001, parece que la actuación de la actual administración norteamericana le da la razón.

Guerras “preventivas” pasando por encima de los Derechos Humanos, de la Convención de Ginebra y de las leyes internacionales, sin oír a organizaciones como Amnistía Internacional, Human Rights, la propia ONU, etc.,  hacen temer que nada puede frenar tanta brutalidad impune, el único freno puede venir “desde dentro.”

La cárcel de Guantánamo era hasta hace poco el colmo de la indefensión jurídica, centenares de detenidos sin ser considerados prisioneros de guerra, sin acusación oficial, sin derechos, y torturados. Como muestra del irracional panorama basta recordar que el suicidio de tres prisioneros para escapar de tanto sufrimiento fue considerado como “un acto de guerra asimétrico”... ¡contra EEUU!,  en palabras del jefe del Campo 1 en Guantánamo, el contralmirante Harry Harris.

En este contexto el espectáculo de dos aficionados jugando fraternamente al ajedrez en Guantánamo era insólito, más aún si uno era un oficial de la Armada de EEUU y otro un yemení preso, el prisionero era Salim Ahmed Hamdan, ex chofer de Osama Bin Laden, y el oficial era el Capitán Charles Swift, abogado, encargado de defender a Hamdan; el militar le explicaba, a través del ajedrez, los roles de la acusación y de la defensa.

Swift, de 44 años, considerado como  uno de los 100 abogados más influyentes de EE UU, según el National Law Journal, no comparte en absoluto el proverbio ruso,  en una entrevista concedida al diario español “El País” el pasado 14 de julio, declaró: “Creo firmemente que tu enemigo no te define: lo que es él, no es lo que tú eres. La posición que había era que el enemigo no sigue las reglas, y por tanto nosotros tampoco tenemos por qué hacerlo. Pero si se quiere hacer justicia, hay que seguir la ley.“ Se podría agregar a estas nobles palabras que, para este caso concreto, sólo hay suposiciones de que los detenidos ilegalmente en Guantánamo sean realmente “el enemigo”.

Cita a Thomas Paine (1737-1809) uno de los ideólogos de la Independencia de EEUU, quien escribió: "Aquel que quiere asegurar su propia libertad, debe antes proteger a su enemigo de la opresión, si incumple este deber, crea un precedente que acabará afectándole". Hamdan está acusado de pertenecer a Al Qaeda, en noviembre de 2001 fue capturado en Afganistán y entregado a las tropas de EE UU, en 2002, le trasladaron a la base de Guantánamo, donde fue inculpado por un tribunal militar de excepción, Hamdan declara que era sólo un chofer, sin ninguna responsabilidad militar.

En 2003, Swift recibió el encargo de defender a uno de los 10 "combatientes enemigos" procesados; cuando se entrevistó con él, en 2004, Hamdan ni siquiera tenía traductor, y comprendió que defenderlo con las normas de las comisiones militares vigentes tras el 11-S, era presuponer su culpabilidad e ir a una condena irremediable.

Es posible que mucha gente en su lugar simplemente hubiera hecho el papel de comparsa, prejuzgarlo ya como culpable, y dejar a su suerte al prisionero, pero no fue así, Swift tomó su trabajo con la decisión de llevarlo a cabo lo mejor posible,  “si queremos que el sistema americano de valores sirva de algo, no puede haber ciudadanos de segunda clase. No podemos decir que estamos luchando por las libertades, pero no por las de ustedes” comentó.

En primer lugar aprendió todo lo posible sobre la cultura islámica, y contrató a un óptimo traductor de yemení, pasó 1 mes en Yemen, conoció a la familia de Hamdan, y entrevistó a posibles testigos.

En 2004 el yemení Hamdan se querelló contra el presidente, George Bush, y su Secretario de Defensa, Donald Rumsfeld; logró un fallo favorable en noviembre de 2004, pero un Tribunal de Apelación lo anuló en julio de 2005, hace poco el Tribunal  Supremo le volvió a dar la razón y dictaminó que las comisiones por las que iba a ser juzgado Hamdan están fuera de la ley, del Código de Justicia militar de EE UU y de la Convención de Ginebra, por lo que ahora el acusado tendrá un juicio justo.

En marzo pasado Bloomberg News informó que los 18 años de carrera de Swift en la Marina estén posiblemente llegando a su fin, el año pasado no ascendió y para este se espera lo mismo, lo que sería el fin de su carrera, pero eso no resta fuerza a sus convicciones; “Si he hecho lo que he podido, saldré feliz del tribunal, independientemente del fallo, porque creo en el sistema” le comentó a su cliente, Swift cree que se ha reforzado la  confianza en el sistema norteamericano de justicia, y puede que sea el fin de la injusticia en Guantánamo.

No he logrado conseguir ninguna partida que estuviera ligada razonablemente a este admirable aficionado, por lo que sugiero que intente solucionar el siguiente problema que supongo le resultará familiar. Tómese su tiempo, porque es tan complejo como hermoso.