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Nota 261 Partidas Memorables (45) Botvinnik vs Alatortsev, Leningrado 1.934 |
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Tras vencer en el torneo de Mar del Plata 1.971, Lev Polugaevsky dio una conferencia en el Club Argentino de Ajedrez, en Buenos Aires, a la cual tuve la suerte de asistir. Comentó su victoria sobre Quinteros donde efectuó “una de las más complicadas combinaciones de su carrera” y el final contra Mecking; tras ello respondió a algunas preguntas, me quedó grabada una, referida al soviético Vladimir Savon, que también había jugado en Mar del Plata; un adolescente cometió la “osadía” de preguntarle si creía que Savon podía llegar a jugar tan bien como otros soviéticos, y puso como ejemplo escogido al azar, el de Botvinnik, la respuesta fue categórica, Polugaevsky se puso serio y respondió algo así como “¡No! Puede ser bueno, pero nunca será como Botvinnik, ¡Botvinnik es único!, nadie podrá igualarlo” Mikhail Moiseevich Botvinnik (San Petersburgo, 17 de agosto de 1911 – Moscú, 5 de mayo de 1995), era llamado “El patriarca”, además de Ingeniero Electrónico y posteriormente Doctor en Ciencias, fue el símbolo del ajedrez soviético durante varias décadas, fue campeón del mundo 3 veces, desde 1.948 a 1.957, desde 1.958 a 1.960 y desde 1.961 a 1.963, fue campeón soviético en 6 ocasiones: 1.931 (con sólo 20 años), 1.933, 1.941, 1.945 y 1.952, e integró 6 veces el equipo de la URSS en las olimpiadas de 1.954, 1.956, 1.958, 1.960, 1.962 y 1.964, la URSS se impuso en todas las veces.
¿No es más que suficiente para colocarlo en lo más alto de la historia ajedrecística?, quizás en el peldaño siguiente a Fischer y Kasparov. No es así, tras la caída del régimen soviético, su imagen se deterioró, y perdió, por razones extra deportivas, parte del altísimo lugar que merece. Es imposible juzgar lo extra ajedrecístico sin incluir el momento político que vivió y todo lo que representó para la URSS; es verdad que no era simpático, no olvidaba una ofensa con facilidad y tuvo un tremendo poder en la URSS, se dice que lo utilizaba para presionar a las autoridades y competir en condiciones en las que él se sintiera cómodo. Timman dijo de él que “no obedecía a otra autoridad que no fuese la suya”, casi nunca cambiaba de opinión, esa característica puede ser desagradable y negativa en las relaciones humanas, pero para llegar a lo más alto, supongo que no sólo en el ajedrez, con grandes tensiones y lucha continua, no se está permitido el lujo de tener dudas que distraigan del objetivo principal, es una condición casi imprescindible. Como señaló Averbach, Botvinnik “era un hombre difícil de tratar, si lo escuchabas todo estaba bien, pero si tenías una opinión propia, no le interesaba”, tenía una “enfermedad” común a otros campeones del mundo, como eran una autoridad máxima en el ajedrez, creían serlo también en otros campos, jamás cambiaban de opinión, lo mismo sucede con Kasparov y Smyslov, una excepción era Tal, “tal vez él también creía que sabía de todo, pero era lo suficientemente inteligente como para no imponer sus ideas a los demás” añadió, medio en broma, Averbach. Botvinnik era hijo de padres comunistas y él mismo comunista convencido, sus ideas pueden no compartirse, pero “Al César lo que es del César”, tras la caída del sistema soviético no se convirtió, como ha pasado en muchos lugares a lo largo de la historia, en “un luchador contra la dictadura”, tampoco entonces cambió de opinión. Varios de sus actos pueden ser discutibles, pero a eso hay que agregar que Botvinnik no firmó la carta de repudio en contra de Korchnoi cuando, en 1.976, este se exilió en Occidente; en respuesta a que si Botvinnik perjudicó a Keres (otro rumor extendido), en una entrevista concedida a Dirk Jan Ten Geuzendam, en 1.995, Korchnoi respondió “…sólo puedo decirle esto, si Botvinnik lo hubiese querido, Keres hubiera sido exterminado. ¿Lo entiende?” Para evitar malentendidos: Botvinnik nunca dañó directa o indirectamente a nadie. Korchnoi también relató que en 1.952 Stalin ordenó una persecución y encarcelamiento de médicos, la mayoría eran judíos; siguiendo una técnica usual, el Ministerio del Interior buscaba el apoyo de personalidades judías, con una carta conjunta, para justificar el acoso, muchos judíos notables firmaron, Botvinnik no lo hizo. En esta primera de las cinco notas sobre Botvinnik recordaremos sus comienzos, hasta cuando se convirtió en un serio aspirante al título mundial. Aprendió a jugar a los 12 años, y pronto fue subyugado por el ajedrez, progresó rápidamente y fue formando su férreo carácter, a los 14 años derrotó a Capablanca en unas sesiones de simultáneas, y ya en 1.926 fue reconocido como una promesa en la revista nacional “Shakhmaty Listok”, al respecto Botvinnik escribió: “… no lo celebré por adelantado, y en el futuro las alabanzas no me hicieron mella. ¡El ajedrecista no es un actor y no necesita los elogios!” Con 16 años jugó su primera final del Campeonato Soviético, en Moscú, donde compartió el 5º/6º lugar con Makogonov, sin embargo esta vez no recibió cumplidos, Romanovsky, en la misma revista citada anteriormente destaco la “igualdad” en su juego, ¿cómo reaccionó Botvinnik? Escribió: “Lo acepté con serenidad, pues ya entonces confiaba fundamentalmente en mi propia opinión” Siguió progresando a pasos agigantados, y tras un relativo fracaso en Hastings 1934/35, a los 24 años Botvinnik se instaló definitivamente en la elite del ajedrez mundial. En el II Torneo de Moscú 1.935, la expectativa en la sede de juego, el Museo de las Bellas Artes (hoy Pushkin), era enorme, el primer día se vendieron 5.000 entradas, y aunque nadie creyera que Botvinnik estaba ya jugando a primer nivel, se impuso, junto con Salo Flohr, por delante de Lasker y Capablanca.
Ganó (junto con Capablanca), el torneo de Nottingham 1.936, donde fue señalado por Alekhine como “el candidato más idóneo para el título de campeón mundial”, y luego se retiró por un año, para trabajar en su tesis doctoral. Su frase “tuve suerte de que mis interesen coincidían con los de la sociedad” puede aplicarse a que fuera designado por las autoridades a jugar el torneo AVRO de 1.938 en Ámsterdam, donde compitieron los 8 jugadores más fuertes del momento, a pesar de que Levenfish, (22 años mayor que Botvinnik), era el campeón soviético; empató 5 a 5 y 3 tablas en un match con Botvinnik en 1.937, con lo que conservó su título. En el torneo holandés Botvinnik comenzó con una derrota, una muestra de la popularidad de Botvinnik la da Gulbat Toradze, recopilador del libro del torneo, quien escribió más de 50 años después: “Recuerdo como los chicos de 10 años lloraban cuando supieron que en la primera ronda nuestro ídolo había perdido con Fine. Y qué tremenda alegría cuando en la tercera ronda ya alcanzó el 50 %, y siguió avanzando….” Finalmente ocupó el tercer puesto (detrás de Reuben Fine y Paul Keres), pero derrotó a Capablanca y Alekhine, esas dos victorias son de tal calidad, que “forman parte del rico patrimonio del ajedrez”, como lo destacó Kasparov.
Botvinnik revolucionó la preparación en el ajedrez, fue el primero en dar gran importancia a la parte física, ideó un estricto régimen de torneo que siguió toda su vida, tras el desayuno caminata de 1 hora, preparación de 25 a 30 minutos, seguido de descanso, etc., etc.; y en lo estrictamente técnico “El enfoque científico de Botvinnik le permitió crear un sistema de preparación competitiva sin precedentes, que incluía la investigación fundamental de aperturas, el estudio sistemático del estilo de sus adversarios y un riguroso análisis de sus propias partidas, con la obligatoria publicación, para que pudieran ser criticadas por otros jugadores” (Kasparov) Recordemos uno de los primeros aportes “al rico patrimonio del ajedrez” de Botvinnik. Mikhail Botvinnik - Vladimir Alatortsev Esta partida contiene otra idea que pasó a pertenecer al patrimonio común, es el avance g4 en posiciones derivadas de 1.d4. 1.d4 e6 2.c4 d5 3.Cf3 Ae7 4.Cc3 Cf6 5.Ag5 0–0 6.e3 a6 7.cxd5 exd5 8.Ad3 c6?! [Botvinnik consideró que era preferible 8...Cbd7! 9.Dc2 Te8 seguido de Cf8, en ese caso las blancas habrían optado por el "Ataque de las Minorías" con b4, a4, y b5, tras la adecuada preparación.] 9.Dc2 [Amenazando 10.Axf6 y 11.Axh7+] 9...Cbd7
10.g4! ["En aquel tiempo esta jugada constituyó una sensación, pero en nuestros días apenas es un ejemplo típico" (Botvinnik) "Jugada de increíble fuerza", comentó Kasparov, quien ve influencia de Botvinnik en las líneas modernas 1.d4 d5 2.c4 c6 3.Cf3 Cf6 4.Cc3 e6 5.e3 Cbd7 6.Dc2 Ad6 7.g4!? de la Defensa Semieslava, en la Apertura Inglesa tras 1.c4 Cf6 2.Cc3 e6 3.Cf3 Ab4 4.g4!?, y en otras más.] 10...Cxg4? [“En caso de 10...h6 11.Af4 ya se amenaza 12.g5, abriendo la columna g" (Botvinnik); 10...g6 era la única defensa, aunque debilitaba seriamente el enroque.] 11.Axh7+ Rh8 12.Af4! ["Si las blancas hubieran jugado 12.h4? entonces después de 12...g6 no les ayudaría 13.h5 Axg5 14.hxg6 f5!, ni 13.Axe7 Dxe7 14.h5 g5; ni 13.Axg6 fxg6 14.Dxg6 De8 (Botvinnik)] 12...Cdf6 ["Ahora las blancas no temen 12...g6 13.Axg6 fxg6 14.Dxg6, ya que las negras no pueden responder con 14...De8 y el ataque es irresistible" (Botvinnik] 13.Ad3 Ch5 ["Ninguna maniobra de las piezas negras puede impedir que las blancas movilicen todas sus fuerzas para un ataque exitoso" (Botvinnik)] 14.h3 Cgf6 15.Ae5 Cg8 16.0–0–0 Ch6 17.Tdg1 [Botvinnik comentó que sólo le quedaba jugar De2 y retirar el caballo de f3; el ataque sobre el Ch5, defensor de g7, concluirá la ofensiva.] 17...Ae6 18.De2 Af5? [Un error, pero ya no hay defensa.] 19.Axf5 Cxf5 20.Ch4 Botvinnik empleó un avance similar (g4), en la 2º partida del match con Smyslov de 1.954, y en la 14ª partida del duelo con Petrosian en 1.963; se impuso en ambas.1–0 PROBLEMA Nº 261
SOLUCIÓN DEL PROBLEMA Nº 260
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