Si Mikhail Botvinnik era “El Patriarca” y el símbolo de toda una época desde fines de los años 30 del Siglo XX en adelante, hubo antes otro Mikhail, considerado “El padre del ajedrez ruso”.

Los éxitos ante el tablero y su aporte a la literatura ajedrecística de Mikhail Chigorin (Gátchina, Imperio Ruso, 12 de noviembre de 1850 – Lublin, Imperio Ruso, hoy Polonia, 25 de enero de 1908) contribuyeron a popularizar el ajedrez en Rusia, además convertirse en uno de los mejores jugadores del mundo del Siglo XIX.

Es conocida la anécdota de cuando a Mikhail Tal le preguntaron si era cierto el rumor de que era morfinómano (al parecer por un tiempo tomaba morfina para paliar sus dolores), Tal contestó bromeando haciéndose el ofendido y fingiendo entender que le hablaban de Paul Morphy, “¡No! ¡Yo soy Chigoriniano!”.

Torneo de San Petersburgo 1909

En 1909 para rendir homenaje a Chigorin y para cumplir con el “constante deseo de la comunidad rusa de organizar un torneo internacional en tierra nativa”, como se dice en el libro del certamen, se celebró un torneo en San Petersburgo, con 20 participantes, con la presencia de maestros extranjeros, incluyendo al campeón del mundo, Emanuel Lasker, que entonces vivía en Nueva York y representaba a EE.UU., y los mejores ajedrecistas del Imperio Ruso, entre ellos Akiba Rubinstein.

El torneo se jugó del 22 de febrero al 12 de marzo, Rubinstein jugó uno de los mejores torneos de su carrera, en el libro de Hans Kmoch Las obras maestras de Rubinstein, que tiene 100 partidas, se incluyen nada menos que 10 producciones de ese torneo.

Libro de Lasker sobre el torneo de San Petersburgo 1909

Libro de Lasker sobre el torneo de San Petersburgo 1909 en alemán

Kasparov comentó: “Una enorme impresión fue causada por la actuación de Rubinstein en el Memorial Chigorin…Comenzó con 4 de 4, y entre los derrotados - ¡y en qué estilo! – estaba el mismo campeón del mundo”, esa modélica partida de la tercera ronda es la que recordamos hoy.

Rubinstein había comenzado con una victoria sobre Znosko-Borovsky, con el “Ataque Rubinstein” del Gambito de Dama, otro triunfo de gran calidad fue su triunfo ante Mieses en la 7ª ronda, seguida de otra partida extraordinaria ante Duras en la 8ª ronda, Razuvaev considera que es una de las mejores partidas de Rubinstein en toda su carrera.

Partida de la estampilla Rubinstein contra Mieses en 1909

Postal de Mieses a su esposa firmada por participantes de San Petersburgo 1909

Estampilla austriaca Rubinstein contra Mieses en 1909

Con 7 puntos sobre 8 Rubinstein perdió sorpresivamente con Duz-Chotimirsky (que en la 16ª jornada también derrotó a Lasker, pero finalizó 13º), “pero como si nada hubiera pasado inmediatamente comenzó un nuevo acelerón”, señaló Kasparov.

En la 10ª ronda jugó el que probablemente sea el final de peones más conocido, contra Erich Cohn, hasta Kasparov utilizó una idea del final en su partida con Sveshnikov en 1979; en ese segundo acelerón también hizo 7 puntos sobre 8.

Sobre el triunfo de Rubinstein sobre Schlechter en la 13ª ronda, Lasker dijo: “Las blancas jugaron toda la partida con una fuerza extraordinaria, acompañada de oportunos golpes sutiles”.

Alekhine y Romanovsky en San Petersburgo 1909

Alekhine en San Petersburgo 1909

En la 17ª ronda superó a Spielmann en un final de torres maravilloso, de 4 peones contra 4 que parecía imposible de ganar. “Este final debe estar incluido en todos los libros sobre finales de torre” escribió Kasparov, mientras que Spielmann al abandonar le dijo admirativamente a su rival: “Akiba, si vivieras en la Edad Media hubieras sido quemado en la hoguera. ¡Lo que haces con los finales de torres solo pueden ser denominados como actos de brujería!”.

Antes de la última ronda Rubinstein superaba en medio punto a Lasker, que venía de una racha de 8 puntos sobre 9, Rubinstein empató y Lasker ganó y lo alcanzó, ambos hicieron 14½ puntos sobre 18, superando en 3½ puntos a Duras y Spielmann.

Ludek Pachman atribuyó ese empate final a un problema de nervios, pero no es correcto, en esos años Rubinstein estaba en plena forma, los problemas a los que alude Pachman (en el libro Batallas decisivas, escrito en la cárcel dicho sea de paso), aparecieron años más tarde.

Veamos la victoria de Rubinstein sobre Lasker.

Lasker y Rubinstein en San Petersburgo 1909

Akiba Rubinstein – Emanuel Lasker
Gambito de Dama [D32], San Petersburgo (3), 18.02.1909

1.d4 d5 2.Cf3 Cf6 3.c4 e6 4.Ag5 c5?! 5.cxd5 exd5 6.Cc3 cxd4 7.Cxd4 Cc6 [Criticado por unanimidad, incluyendo al propio Lasker. Contra la respuesta 7...Ae7 según la visión de fines del Siglo XX, las blancas obtienen un juego superior con 8.e3, aunque  Rubinstein señaló que 8.g3 en vez de 8.e3, daba ventaja a las blancas.] 8.e3 [En caso de 8.Axf6 Dxf6 9.Cdb5 (no 9.Cxd5?? Dxd4 10.Cc7+ Rd8 11.Cxa8 Ab4+) las negras no jugarían 9...Ab4?! por 10.Cc7+ Rf8 11.C7xd5 sino 9...Ac5!, con buen juego.] 8...Ae7 9.Ab5! Ad7 10.Axf6 [Sorprendente, al precio de un peón entra en complicaciones poco claras, ¿dónde quedó la procrastinación de Rubinstein que citaba Razuvaev? 10.0–0 era más sólido, luego de lo cual el peón d sigue débil" (Lasker).] 10...Axf6 11.Cxd5 Axd4 12.exd4 Dg5! [“El contraataque negro, bien concebido, se presenta como muy peligroso” (Rubinstein).] 13.Axc6 [No se puede 13.Cc7+? porque después de 13...Rd8 14.Cxa8 por 14...Dxb5, seguido de …Te8+, con ataque ganador.] 13...Axc6 14.Ce3 0–0–0?! [Jugada arriesgadísima, típica del estilo del campeón mundial”, comentó Rubinstein, y sugirió lo mismo que Lasker, recuperar el peón con 14...Axg2 15.Tg1 Da5+ 16.Dd2 Dxd2+ 17.Rxd2 Ae4  donde no se puede 18.Txg7? Ag6, y el intento 18.Tg4 Ag6 19.f4 tampoco da grandes perspectivas tras 19...0–0–0; Razuvaev recomendó 14...0–0! 15.0–0 Tfe8 con buena compensación por el peón.] 15.0–0 The8 [Amenaza eliminar la pieza que defiende el mate.]

16.Tc1!! ["¡Una movida de extraordinaria sutileza!" (Lasker) Se amenaza Tc5 y d5.] 16...Txe3 17.Txc6+ bxc6 18.Dc1!! [“¡La clave del asunto!” (Tarrasch). No 18.fxe3? Dxe3+ 19.Rh1 Txd4, con buena posición. "Llama la atención que Rubinstein haya derrotado a Capablanca con ayuda de la misma jugada", comentó Kasparov, lo recordaremos en la próxima nota sobre Rubinstein.] 18...Txd4 19.fxe3 [Ahora hay que entregar c6 o f7.] 19...Td7 20.Dxc6+ Rd8 [“Si ahora las blancas se demoran, su peón de más no tendrá importancia, después de todo su rey también está expuesto”, señaló Kasparov.] 21.Tf4!! ['Una concepción espléndida. Con 21.Tf4 amenaza 22.Da8+ seguido de Te4+ o Tc4+, ganando por ataque. Para evitarlo las negras deben permitir el cambio de damas y entrar en un final perdido". (Lasker)] 21...f5 [Si 21...Da5  el rey negro es arrastrado a campo abierto y perece tras 22.Da8+ Re7 23.Te4+ Rf6 24.Dc6+ Rg5 25.h4+ (Lasker).] 22.Dc5! [Se amenaza 23.Df8+.] 22...De7 [Si 22...Td1+ 23.Rf2 Td2+ 24.Re1 Dxg2 sigue 25.Da5+ y Dxd2.] 23.Dxe7+ Rxe7 24.Txf5 Td1+

25.Rf2! [Esta es una de las grandes enseñanzas de esta partida, las blancas devuelven de inmediato uno de sus peones de ventaja para optimizar sus dos piezas. En caso de  25.Tf1?! a causa de la continuación 25...Td2 26.Tb1 Rd6, amenazando 27…Te2, las negras hubieran logrado chances de tablas, las dos piezas blancas estarían muy pasivas.] 25...Td2+ 26.Rf3 Txb2 27.Ta5! [Las blancas obligan a la torre negra a colocarse pasivamente.] 27...Tb7 28.Ta6! [“En esta clase de finales resulta altamente efectivo restringir los movimientos del rey y la torre del enemigo”, como indicó Rubinstein.] 28...Rf8 29.e4 Tc7 30.h4! [Busca avanzar con el rey y con los peones g y h al máximo.] 30...Rf7 31.g4 Rf8 32.Rf4 Re7 33.h5! h6 [Se impide que los peones avancen, pero se crea un punto de acceso en g6; los análisis mostraron que la posición negra ya es insostenible.] 34.Rf5 [La oportuna entrada del rey decide la lucha.] 34...Rf7 35.e5 Tb7 36.Td6 [con idea de 37.Td7+ y e6+.] 36...Re7 37.Ta6 Rf7 38.Td6 Rf8 39.Tc6 Rf7 40.a3! [Hay muchas formas de ganar, esta es la forma más elegante, quita b4 a la torre negra, para poder jugar Rg6 sin temor a …Tb4, y deja en Zugzwang a las negras. A 40...Re7 sigue 41.Rg6 Rd7 42.Td6+ Re8 43.Rh7 Rf8 44.Td8+ Rf7 45.Tg8. En caso de 40...Te7 se gana con 41.e6+ Rg8 42.Rg6 Te8 43.e7! Rh8 44.Td6 y Td8. 1–0

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Problema Nº 547

Juegan las Blancas

Solución del Problema Nº 546