En la antiguedad, los Caballeros, eran guerreros a caballo que servían al rey o a otro señor feudal y combatían en luchas precedidas de desafíos, al estilo de los torneos y justas.
El aspirante, tras una etapa de aprendizaje, estudio y servicio como paje y escudero, era ceremonialmente ascendido al rango de Caballero.
Durante la ceremonia solía prestar juramento de ser valiente, leal y cortés, así como proteger a los indefensos y defender la causa de la justicia.
El título de caballero aún hoy constituye un honor otorgado por el monarca tanto a hombres como a mujeres, en reconocimiento de un notorio mérito personal, y mediante el acuerdo de una orden de caballería.
El título suele ser Sir o Dame, y se antepone al nombre, tras el que se colocan las iniciales de la orden de caballería.
También tiene otros populares significados, destacando las siguientes:
Un Caballero es una persona que se comporta noblemente.
Un Caballero es la pieza del caballo del ajedrez moderno.